Mientras avanzaba en la lectura
de Blitz (Anagrama, 2015), la última
novelita de David Trueba, me vino el recuerdo de aquella gran novela de
iniciación a la madurez, de celebración de la vida, que es En brazos de la mujer madura. Cuando estaba casi terminándola, ese
nexo literario ya se había evaporado. En la obra de Vizinczey hay lujuria iniciática y sed
de conocimiento carnal; en lo de Trueba, la fugaz relación entre un arquitecto
treintañero y una jubilada alemana –el núcleo de la novela– desprende solo
culpa, tamizada por la permanente sombra del pasado.
Nunca había leído nada de Trueba.
Confieso que el tipo me cae gracioso, pero su cine me resulta aburrido, como
pintado en sepia. Su obsesión autorreferencial cierra, quizá sin querer,
cualquier resquicio a la evasión (que en el fondo es lo que queremos todos los
espectadores, inconformistas o no). El Trueba novelista me era un desconocido, y
eso que alguna vez me había visto fingiendo que sus libros me gustaban, quizá impulsado
por la necesidad de pertenencia a la tribu de pesimistas culturetas u obligado
porque la gente siempre me decía que sus libros estaban escritos
para mí.
Bien, pues Blitz me ha gustado. Lo le leído en dos tardes (el mérito es
mínimo, son 160 páginas) y me he sentido extrañamente reconfortado, igual de satisfecho como después de una siesta en agosto. Trueba
logra un imposible: caminar por el borde del abismo del tópico –juventud
desengañada, crisis económica, emigración, relaciones sexuales– sin caer en él. Vamos, que Trueba consigue tirarse a bomba en la piscina pero caer de cabeza. Aunque quizá esta sea una conclusión un tanto tópica también.
La trama es muy familiar, y a ratos parece robada de la hemeroteca de un diario digital durante el último lustro: una pareja de
jóvenes arquitectos precarios viaja a Múnich a un congreso. Allí, la chica deja
al chico y él, en vez de volverse a España, se queda unos días en la ciudad, acostándose con una sesentona jubilada y regurgitando el amor perdido. La
falta de expectativas laborales y la inestabilidad sentimental son los
ingredientes de una adolescencia prolongada más de la cuenta.
Blitz es una novela intimista, pese a
los raptos generacionales y las pinceladas de malestar social que a todos nos son tan cercanos. Yo creo que Trueba ha intentado una parábola generacional y que no le ha salido. Ese tipo de obras no se conciben, sino que es la posteridad quien las decide, por lo que en Blitz la potencia de lo colectivo queda reducida a lívidas coincidencias deshilachadas. A despecho de lo que deseas, su lectura te
encierra en una burbuja tierna que tiene un algo de satisfecha... de tan plena como está de penalidades remediables.
¡Desgarros amables que ni pintados para un fin de semana preprimaveral!
Título: Blitz
Autor:David Trueba
Editorial: Anagrama
Año de edición: 2015
Tipo de edición: papel
PVP: 16,90 €
Nacho Segurado
Sígueme en Twitter @nemosegu
Sigue a Best Seller Español en Twitter y Facebook.
¡Desgarros amables que ni pintados para un fin de semana preprimaveral!
Título: Blitz
Autor:David Trueba
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