Ramón, ¿cómo llega a ti la historia de León V?
Me atrevería a decir que fue casi un flechazo. Estaba leyendo la Historia del Madrid medieval, de Manuel Montero, y en el capítulo dedicado a la Edad Media me encontré con una breve referencia al periodo en el que Juan de Castilla cedió la villa de Madrid con todas sus rentas a León V. La anécdota me pareció tan jugosa que enseguida comencé a investigar sobre estas dos figuras: el rey que llega a Castilla con las manos vacías, después de haber perdido su reino, y el rey que le acoge con los brazos abiertos, dando muestras de una generosidad que ahora nos resulta sorprendente.¿Por qué te fascinó su historia?
Por varias razones. La primera sería el hecho en sí, una auténtica anomalía dentro de la historia de Madrid que puede parecer simplemente el capricho de un rey hasta que se indaga en cuáles pudieron ser los motivos de Juan de Castilla para hacer lo que hizo. Y la segunda razón sería que la historia de León V es uno de los últimos capítulos de la presencia latina en Oriente Medio que se inició con las Cruzadas. Por ello, aparte de lo azarosa que fue su vida, León V me llamó también la atención como símbolo de una época que se acababa para siempre.Por los lugares en los que estuvo, ¿este monarca sin reino era una especie de personaje global que te permitía realizar un retrato de la Europa del siglo XIV?
En efecto. Una de las cualidades que hacen tan atractiva la figura de León V es que fue un personaje que recorrió media Europa después de su liberación, siendo testigo directo de muchos de los conflictos que caracterizaron aquella época además de intervenir directamente en alguno de ellos, por ejemplo la Guerra de los Cien Años.¿Cómo te metiste en las botas de un personaje real como León V, pero del que imagino no hay tanta información histórica como para hacer un retrato realista e íntimo?
Este es un problema habitual cuando tratas con personajes históricos; tienes que intentar recrear su personalidad basándote en lo que se sabe sobre su vida y las descripciones que puedan haber hecho aquellos que le conocieron personalmente (y en el caso de León V disponemos de unas cuantas), sin olvidar jamás cómo era la mentalidad predominante en la época para evitar el riesgo de adjudicarle una forma de pensar que sería demasiado moderna. No es fácil, pero a mí me gusta realizar este tipo de esfuerzo porque me permite, y espero que también se lo permita a los lectores de la novela, acercarme a una manera de vivir y de entender el mundo que es distinta a la nuestra.
Además de los muchos personajes históricos, en la novela aparecen personajes de ficción como Martín, Julián y Teresa… ¿Qué querías retratar con ellos?
Introducir personajes ficticios en una novela histórica te proporciona la libertad que no tienes con los reales. Puedes llevarlos donde quieras y hacer con ellos lo que quieras, y en el caso concreto de Martín, Julián y Teresa, me sirvieron para retratar desde dentro las guerras en las que se vio envuelta Castilla por aquel entonces así como la reacción de los madrileños de a pie ante el cambio que supuso la aparición de León de Armenia en sus vidas.Ese siglo XIV es quizá un momento de cambios trascendentales…
Lo es, en efecto. Castilla aún estaba recuperándose de los desastres provocados por la Peste Negra y la guerra civil, con una nueva dinastía en el trono que tuvo que imponerse a varias amenazas externas e internas para consolidarse. Es también la época en la que las marinas castellana y aragonesa experimentan un crecimiento que proporcionaría excelentes dividendos durante el siglo posterior. Incluso se podría decir que las semillas de la unificación de Castilla, Aragón y Navarra en un solo reino se siembran en estos años finales del siglo XIV.En el derbi literario entre Madrid y Barcelona, al menos en el género histórico, la Ciudad Condal ha arrasado… ¿Por qué crees que ha ocurrido esto? ¿No es la historia de la capital lo suficientemente atractiva para el novelista histórico?
Para mí sí, sin duda, pero es cierto que hay menos ejemplos de novelas históricas centradas en la ciudad de Madrid que las que existen ambientadas en Barcelona. Tal vez se deba a que Madrid ha sido durante mucho tiempo una ciudad habitada sobre todo por personas que venían de otras partes de España y que para ahondar en sus raíces tenían que centrarse en los lugares de los que procedían y no en la ciudad en la que estaban viviendo.Además del paso de León V, ¿qué época o hecho histórico de Madrid te gustaría novelar?
No sé si alguna vez llegaré a escribir algo al respecto, pero me interesa bastante la participación de Madrid en el levantamiento comunero contra Carlos I. Un hecho que, curiosamente, no fue óbice para que su hijo decidiera instalar aquí su corte.¿Conoces las novelas de Edward Rutherford como Londres, París o Nueva York? ¿Crees que Madrid daría para una novela de ese estilo?
Las conozco, aunque aún no he tenido la oportunidad de leer ninguna de ellas. Sin embargo creo que una saga multigeneracional de ese tipo podría ambientarse en Madrid sin ningún problema, teniendo en cuenta la evolución que ha sufrido la ciudad en los últimos siglos y la cantidad de acontecimientos que se han producido en ella.
Nota: A Ramón le hemos entrevistado otras dos veces en este blog, a propósito de sus ostras novelas: aquí, en 2013, y aquí, en 2012.
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