'Entre culebras y extraños', Celso Castro

Lo mismo que hace un par de post os trataba de alejar de una novela pretenciosa y dicen que cool de Ben Lerner hoy os recomiendo una pequeña joya. Entre culebras y extraños (Destino, 2015) es un relato breve y audazmente escrito, que induce al desasosiego y retrata la adolescencia ni desde la antipatía ni la condescendencia.

La cosa va de un joven severo y enfermizo, obsesionado con Schopenhauer y otras lecturas patológicamente existenciales, demasiado consciente de su superioridad intelectual (eso cree él) y de su fragilidad física. La muerte repentina del padre, la revelación de un grave secreto familiar, una novia  huidiza y la tuberculosis hacen el resto.

Celso Castro, su autor, no es nuevo en esto, por lo que no cabe recurrir al tópico del bildungsroman. Sí, hay ingredientes iniciáticos en su relato (el coqueteo con la droga, el descubrimiento de la mortalidad, el despertar sexual o los dramas familiares), pero detrás hay una evidente conciencia madura y una trabajada técnica literaria.

Sin forzar en exceso los hechos que tejen la trama, Castro consigue plasmar —“como pintando del natural”— el egoísmo solipsista y extrañado de la adolescencia. Los temores fundados y los infundados. Su melancolía forzada y su no menos forzada fachada de severa insensibilidad. Los puntos suspensivos y las oraciones secas ayudan, sin necesidad de adjetivos ni descripciones, a caracterizar al chaval: sensible y dubitativo en su torre altiva.

En esta novela no tiene cabida la ironía pretenciosa ni el distanciamiento intelectual. Es verdad que no hay sarcasmo ni moralina, y que por tanto no gustará a los modernillos. Tanto mejor. A mí me ha encantado por todos los motivos que he ido dando, y por alguno más que no desvelaré.

Título: Entre culebras y extraños
Autor: Celso Castro
Editorial: Destino
Año de edición: 2015
Tipo de edición: papel
PVP: 18 euros

Nacho Segurado
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