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lunes, 21 de septiembre de 2015

'Syriza, el anuncio de algo nuevo', de Antonio Cuesta Marín

Hay dos maneras muy distintas de juzgar este libro, si es que de juzgar va el asunto. Una, finalista, lo despedazaría por equivocado, por haberse quedado obsoleto apenas salido de la imprenta. Otra manera, más ponderada, no se fijaría tanto en el resultado final como en el trayecto que condujo a ese resultado.

Syriza, el anuncio de algo nuevo (Editorial Akal, 2015) del periodista afincado en Atenas Antonio Cuesta Marín, no pretende tanto el favor del oráculo, como la comprensión del cambio histórico. Y es ahí, en su naturaleza performativa, donde residen sus virtudes y también algunos de sus defectos.

Para comprender lo que hoy es Syriza, una polifonía de voces a la izquierda del espectro político griego, hay que retrotraerse a principios de siglo XXI. Entonces, el histórico bipartidismo heleno, inmutable desde la restauración democrática, dejaba poco margen para la representación de otros partidos  políticos que no fueran los hegemónicos.

Tanto el clima de exaltación nacionalista previo a la celebración de los JJ OO de 2004 como la bien engrasada maquinaria de favores clientelares (en esto del caciquismo los socialistas del Pasok fueron auténticos maestros) hacían muy difícil pensar que una coalición de partidos de izquierda (entonces denominada Synapismós) pudiera siquiera soñar con rozar el poder. Grecia iba bien, el crédito fluía, la gente gastaba dinero, el Estado construía infraestructuras. Todo eso está expuesto a la perfección en el ensayo.

La crisis económica vino a dinamitar aquel espejismo de prosperidad
. La onda expansiva afectó principalmente a los pilares sobre los que se había asentado el moderno estado griego. Grecia, miembro de pleno derecho de la Unión Europea desde 1981, se convertía -en virtud de un gobierno conservador mentiroso, que había rebajado conscientemente las cifras del déficit- en un socio paria dentro de la Unión, un enfermo al que había que curar sin anestesia… pero sin matarlo.

Los efectos negativos de la crisis económica y la llegada de Alexis Tsipras a la presidencia de Syriza fueron fenómenos paralelos, según se encarga de precisar el relato de Antonio Cuesta. El descontento social de las clases trabajadoras, el fin del sueño de la prosperidad, el rechazo a la vieja política… son, todos ellos, factores que fortalecieron el discurso alternativo de Syriza, que fue perfilándose a medida que la situación empeoraba y el sistema se descomponía.

En este sentido, Syriza -ya comandada por el joven Tsipras- canalizó el descontento de una parte de la sociedad infrarepresentada y al mismo tiempo sobreamenazada. Syriza, con su dilatada experiencia como cuerpo dúctil, colectivo y autogestionado, logró, allá por 2010, dotar de sentido a una pérdida. De la noche a la mañana los griegos se habían quedado sin certezas, sin patria, sin esperanza. Tsipras y la izquierda radical, hasta entonces testimonial, se nutrieron de ese vacío.

El desembarco de la troika en Grecia se convirtió en otro polo político de diferenciación para Syriza respecto de la realidad política anterior. En un relato lineal, según el autor, donde el neoliberalismo ha fracasado de hecho, la troika representa el estertor final de ese sistema corrupto que había que combatir. En ese contexto de continuidad o cambio, nadie mejor que Syriza y su rompedor programa de Tesalónica ("para nada radical", según Cuesta Marín) para enarbolar la bandera del descontento y del cambio.

Como se apunta al comienzo, la obra tiene virtudes (quizá el exponer en tan poco espacio las miserias del sistema de partidos heleno sea la principal) y fallos. No es un defecto el haber entrado en contradicción con la resolución final de la crisis griega. Sí lo es, a mi modo de ver, el hecho de que se plantee el relato como un desafío al capitalismo y se caricaturice a Bruselas como paradigma de ese sistema perverso que condena a los griegos al ostracismo (nunca mejor dicho).

Es una narrativa algo simplista, quizá demasiado imbuida de actualidad como para realmente aportar una visión compleja, más allá de lo periodístico, de lo que ha sucedido este último lustro en Grecia. Ese antagonismo entre buenos y malos, tan tajante, tan moralizado, es quizá la tara más evidente de la obra. Un libro que, en cualquier caso, hay que leer para comprender dos aspectos fundamentales de la historia reciente griega, pero no solo griega: que nada dura para siempre y que cierta unión hace la fuerza. 

Título: Syriza, el anuncio de algo nuevo
Autor: Antonio Cuesta Marín
Editorial: Akal
Año de edición: 2015
Tipo de edición: papel
PVP: 7,21 euros

Nacho Segurado
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