Se acerca el Día del Libro (Sant Jordi en Cataluña) y para celebrar este día en el que, lo sabemos, se regalan muchos libros los editores de este blog nos pusimos de acuerdo para recomendar tres libros cada uno. De su padre y de su madre han salido, pero seguro que los encontráis interesantes. Por falta de tiempo nos ha fallado Mario Escobar, pero de él tenéis sus recomendables novelas para elegir. Sin más preámbulos, allá vamos.
Nacho Segurado ( @nemosegu en Twitter, periodista, historiador y bloguero en Europa Inquieta).
Mi tierra prometida (Ari Shavit, Debate, 2015). Acaba de ser publicado en español. Unas prisas que son el reflejo de la conmoción que provocó su salida en inglés, hace más de un año. Ari Shavit, editorialista del diario Haaretz, dibuja en Mi tierra prometida un fresco equilibrado, autocrítico y profundamente humano sobre la historia del Estado de Israel, su país, a partir de las hondas vivencias familiares. Laico, pacifista, opuesto a la ocupación de Israel. Una voz moderada dentro de un panorama político e ideológico cada vez más polarizado. Un autor que recupera de algún modo la coherencia de los análisis del llorado Edward Said y que ofrece luz en vez de prometer oscuridad. Una obra que ha cosechado críticas desde las posiciones más extremas, y que tiene un valor literario y testimonial importantísimo.
Armenios. El genocidio olvidado (José Antonio Gurriarán, Editorial Espasa Calpe, D.L. 2008). José Antonio Gurriarán es, además de periodista, una víctima del terrorismo. Una muy particular y sin predecentes en España. Sufrió un atentado en 1980. Perdió una pierna. Los terroristas que pusieron la bomba pertenecían a un grupo terrorista armenio. Él pasaba por allí, la plaza de España de Madrid, por pura casualidad. A raíz de aquel incidente se empezó a interesar por la causa armenia. El resultado de su obsesión fue un libro fundamental, el mejor en español sobre el tema: Armenia, un genocidio olvidado. Un libro difícil de encontrar hoy, pero fundamental para conocer las raíces del primer crimen de masas del siglo XX. Un crimen del que, precisamente, se cumplen ahora 100 años. Un momento oportuno y na obra excepcional para iniciarse en este episodio no siempre bien entendido de la Gran Guerra.
Esta canalla de literatura (Eduardo Gil Bera, Acantilado, 2015). Tengo una predilección como lector: Joseph Roth, el patibulario escritor alemán del periodo de entreguerras. Un genio de la literatura, un tipo clarividente como pocos, a pesar de su constante estado de embriaguez y su esquiva relación con el vil metal. Pues resulta que ahora exquisita Acantilado, que viene desde hace décadas publicando todo Roth, desde sus ensayos sobre el ascendente nazismo hasta sus grandes novelas, publica ahora un ensayo primoroso del autor de La Marcha Radetzky. Un libro escrito por Eduardo Gil Bera a partir de sus textos, su correspondencia y testimonios de contemporáneos y estudiosos de su obra. Una “peculiar biografía en quince actos” que traza una peculiar biografía de este inmortal santo bebedor.
Sergio Remedios ( @sergioreme en Twitter, historiador, editor y escritor).
La educación siberiana (Nikolài Lilin, Salamandra, 2010): Muchos de nuestros lectores son seguidores de novela negra y creo que este libro de no ficción (aunque tiene partes que parecen un verdadero novelón) les encantará. Son las memorias del propio autor sobre sus años de infancia y adolescencia dentro de la comunidad de los urcas siberianos que fueron deportados por Stalin a lo que hoy en día es Transnitria, la antigua Besarabia. Esta comunidad son ladrones, asaltadores, bandoleros, luchadores contro todo sistema establecido y siguen sus propias normas que les son inculcadas desde pequeños. Y en eso consiste el libro. En como el autor va creciendo y pasando por los distintos ritos de paso que han de pasarse en la comunidad urca hasta ser miembro de pleno derecho de la misma. Bestial marco del desmembramiento de la URSS, de la vida en las cárceles soviéticas (cuando al autor le tocó pasar por ellas), de la peligrosidad de determinadas zonas no tan lejanas de nuestras tranquilas calles y toda una verdadera inspiración para todo escritor que quiera escribir sobre mafias, bandas de crimen organizado y temas similares. Lejos de ser el típico libro de memorias o autobiografía lento, caótico, demasiado sesudo o reflexivo, Lilin tiene una prosa ágil, una manera de contar que te hace pensar que estás leyendo una novela en muchos momentos.
Crimen y Castigo (Fiodor Dostoievski, De Bolsillo, 2009): No voy a descubrir a estas alturas al bueno de Dostoievski, y no es mi intención dármelas de listillo y hacerme el interesante hablando sesudamente de una de las obras cumbres de la literatura universal. Simplemente quería que en mi lista de recomendaciones hubiera un clásico y de entre ellos, problamente este sea el que más me ha gustado, impactado o como queráis verlo. La tensión psicológica del mismo es brutal. Nadie lo había conseguido hacer antes que él y no he leído a nadie posterior que lo haya conseguido de igual forma. Una historia brutal. Y un protagonista, Raskólnikov, totalmente memorable. Seguramente no se ha visto el interior de ningún personaje de la literatura universal de forma tan desgarradora y profunda. Si no lo has leído todavía, no sé a qué esperas. Sin duda uno de los diez libros que no te puedes morir sin haber leído.
Memorias de Adriano (Marguerite Yourcenar, Edhasa 2009): La novela histórica es otro de los géneros que más vemos en nuestro blog y que más leen nuestros visitantes y lectores. Este es el motivo de que haya elegido esta novela dentro de mis tres recomendaciones. Dudaba entre esta y Yo Claudio, del gran Robert Graves (que también recomiendo. Esta es una cuarta recomendación encubierta), pero me decanté por Yourcenar por varios motivos. Primero, la leí antes y me impactó. Antes de esta novela, y de la de Graves que leí inmediatamente después, para mí la novela histórica eran los libros de Manfredi sobre Alejandro Magno o Los Pilares de la Tierra de Follet. No me entendáis mal, estos son muy buenas novelas históricas, pero ya está. El libro de Yourcenar (y el de Graves) va mucho más allá. Escapa a la lógica del género para ir mucho más allá. Si nuestra cultura sigue tal y como está (que dudo mucho que pase), la mayoría de los novelas históricas no sobrevivirán más allá de un par de décadas, como mucho la vida de sus autores y poco más. Yourcenar escribió este libro hace casi 65 años y lleva muerta casi tres décadas y sigue estando vivo. Probablemente en un par de siglos se seguirá leyendo (siguiendo la hipótesis de que nuestra cultura permanezca tal y como está). Y esto es así porque esta novela se mete tan profundamente en el personaje protagonista y en la época en la que se ambienta que no parece una novela, sino las propias memorias del emperador hispano. Toda una experiencia. Es la forma más cercana de acercarte a los antiguos sin leerlos directamente.
Artículo relacionado: Claudio, Julio y Adriano, los tres grandes césares de las novelas de romanos.
David Yagüe (@davidyaguec en Twitter, periodista y autor de las novelas Bravo Tango Siete. El contratista y Los últimos días del imperio celeste).
Sinhué, el egipcio (Mika Waltari, Plaza&Janés, 2010). Al encontrarme con este reto de 'recomendar' tres libros para regalar este día del libro, mi primera opción fue irme a recomendar tres novedades de las que más me hubieran gustado de los últimos meses. Sin embargo, poco después cambié de parecer: ¿por qué no recomendar libros que seguramente no sean tan obvios? El primero es Sinhué, el egipcio. Una novela histórica de las de siempre, con un aroma a antiguo que lejos de hacerla parecer envejecer mal le da aún más un encanto especial. Tiene un arranque sublime y unos personajes maravillosos. No seré yo quien juzgue si la ambientación histórica es mala, buena o regular, pero lo que sí estoy seguro es que Waltari fue capaz de hacerla creíble y vívida. Es un auténtico y delicioso viaje al pasado. Ideal para los amantes de la novela histórica de siempre y los de nuevo cuño a los que le falten referentes de antaño.
Suspense. Cómo se escribe una novela de intriga (Patricia Highsmith, mi edición es la de Anagrama, pero sé que la acaba de reeditar Círculo de Tiza este 2015). Es una de las mejores creadores de novelas de suspense, thriller psicológicos o como les dé la gana llamarlos, sino la mejor. Sus personajes son a veces patéticos, a veces terribles. Reconozco haber pensado, "madre mía, ¿qué se le pasaría a esta mujer por la cabeza a esta mujer mientras escribía?". Pues Suspense es la respuesta más cercana a esta pregunta. Un texto sencillo, explicativo y genial donde la escritora nos metía en su cocina particular para crear crímenes literarios. El texto es una maravilla, poner en práctica los consejos de una genio, es otro cantar. Regalo ideal para los que gusten de escribir, a los que devoren las novelas y relatos de Highsmith y a cualquier aficionado al género.
Olvidado Rey Gudú (Ana María Matute, Destino, 1998). No podía terminar esta selección sin recomendar a un autor que escribiera en castellano y me he decidido por esta novela de la gran Ana María Matute. Por su autora y por la obra, que sin duda es una de las grandes históricas fantásticas escritas en nuestro país. Es una historia fantástica, bellamente escrita y que tiene ecos del mundo de los cuentos, en la descripción y devenir del reino de Olar y la reina Ardid. Lo leí hace más de una década y sigo teniendo un bello recuerdo, además de deseos de releerla. Es una epopeya que tiene de todo y que, por qué no, ahora que está de moda la fantasía gracias a, entre otros, a George R.R. Martin y su Canción de hielo y fuego, es momento para reivindicar una de las fantasías más preciosistas que recuerdo haber leído. Gran lectura, con mucha magia y seres de ensueño, ideal para descansar de la negritud y la sanguinolencia de Poniente.
¿Y vosotros? ¿Qué recomendaciones nos hacéis para este Día del Libro? Contádnoslas en los comentarios. Ah, y ¡feliz día del del libro a todos! Y a leer.
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