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jueves, 23 de octubre de 2014

Claudio Cerdán: "Muchos escritores huían de la etiqueta de 'género negro' y ahora la buscan"

Claudio Cerdán (Yecla, 1981) es uno de esos autores recién llegados a nuestro panorama editorial, pero por cómo escriben parecen destinados a campar por él a sus anchas. Y eso sólo lo ha conseguido con seis novelas, la última La revolución secreta (Alrevés, 2014), recién salida. En esta ocasión, Cerdán abandona el Alicante de novela negra contemporánea de sus últimas novelas (Un mundo peor, Cien años de perdón y El paísde los ciegos) y se adentra en la guerra civil posterior a la revolución rusa para contar una historia que sí, es policiaca, pero también muchas cosas más. Él nos lo cuenta.

¿Como a una de las revelaciones de la literatura negra de los últimos años en España se le ocurre cambiar de tercio con una novela como La revolución secreta?

Se trata de una novela que mezcla varios géneros, y uno de ellos es el detectivesco. Por tanto, no se trata de un cambio de tercio, sino un paso al lado.

¿Le ha resultado diferente o más complicada esta novela que las anteriores policiacas o fantásticas? ¿Ha variado su forma de trabajar con ella?

Para nada. Quien la lea verá que es una novela 110% mía, en mi estilo y con mis temas. La mayor complicación proviene de la ambientación histórica en la guerra civil rusa, pero fue muy divertido.
¿Cómo fue la génesis de esta novela? ¿Qué le fascinaba de la guerra civil rusa tras la revolución para ambientar su historia?

Esta novela surge de un relato largo que escribí hace casi doce años. Al releerlo me di cuenta que era un intento inconsciente de hacer una novela, por lo que deseché todo ese material y lo reformulé. Respecto a la Revolución Rusa, quería una guerra con mucho componente rural, casi medieval, oscura, sucia, fría. Rusia era ideal. Se trataba de un país muy atrasado en aquel momento. Los bandos peleaban a caballo armados con lanzas.

Cómo ha sido la labor de documentación, ¿fue más trabajosa que en otras ocasiones?

El mayor problema era la imposibilidad de encontrar fuentes actuales. Por ello, recurrí a gente que lo vivió en primera persona y dejó testimonio escrito. Mi escritor de cabecera durante ese tiempo fue Mijaíl Shólojov y su obra magna “El Don apacible”. Añade a eso varios ensayos, documentales, etc… Además, estaba la dificultad añadida de escribir sobre el Ejército Blanco, del que hay mucha menos bibliografía que del Rojo.

¿Es usted un escritor muy planificado o prefiere ponerse a escribir y dejar que la historia fluya?

Planifico mucho. Parto con un esquema preestablecido, sobre todo en novelas donde hay un misterio importante. Ahí no sirve la improvisación, más incluso si quieres sorprender con el final. Solo le permito cierta libertad a los personajes en los diálogos.

El cóctel de la novela es para evitar mojarse mucho… hay novela negra y suspense, puntos de aventura, gótico y terror, novela histórica, fantástico, toques pulp, gore, humor negro… ¿Me dejo alguna en el tintero? ¿Tenía todo eso en la cabeza, o simplemente salió así?

Te dejas el más importante, pero no seré yo quien lo diga. Estoy a la espera que algún lector me diga “es esto”. Yo sabía que la historia tocaba muchos palos, pero que también podrían funcionar. Casi todas las novelas mezclan géneros: romántico y suspense, novela negra, etc… En este caso es más evidente dicha mezcla. Lo magia de esto reside en que cada lector hará suya la novela, y al terminarla tendrá la sensación de haber leído una de aventuras, o bélica, o detectivesca, o terror. Será su mirada la que diga qué género predomina.

Hablar de revoluciones y de monstruos asesinos en los tiempos en los que vivimos… ¿viene con intención?

Es una historia sin moraleja. El título se explica hacia el final de la novela. Es la tesis de la que parte todo lo del monstruo y demás. La metáfora, si lo prefieres. 

Si Claudio Cerdán pudiera elegir conocer en la realidad a uno de sus personajes en la realidad… ¿elegiría al capitán Strahov o al extraño cazador El Maestro?

El Maestro tiene muchas historias interesantes que contar.

Como una persona que vive en el primer mundo es capaz de meterse en la mente de seres tan crueles y violentos. ¿Es un trabajo del que se sale indemne? ¿O se termina con una mayor comprensión?

Lo bueno de los libros es que nos proporcionan un viaje a aquellas zonas que desconocemos pero sentimos curiosidad. La novela negra nos lleva a las calles sucias repletas de delincuentes sin movernos del salón de casa. La violencia la tienes solo con poner el telediario. A la hora de escribir es similar, me absorbo en la historia y vuelco mis fantasmas. Luego soy una persona la mar de pacifista y tranquila.

Es difícil lo sabemos, pero si tuviera que completar esta frase qué título (o títulos) pondría: La revolución secreta te gustará si te gustó…

La revolución secreta es un libro dúctil. Si te gusta la novela negra, encontrarás una investigación impresionante. Si te gusta el terror, disfrutarás dando caza a un monstruo. Si te gusta la histórica, te sumergirás en un periodo fascinante. Estoy seguro que no decepcionará a nadie. 

¿Cuál es su monstruo literario preferido (o más aterrador, lo que prefieras) y el mejor cazador de monstruos de la literatura?

La respuesta a ambas preguntas es el hombre.
¿Estamos viviendo en los últimos años un verdadero despertar de la literatura de género en nuestro país (terror, negra, histórica…)?

En apariencia, sí. Opino que esas novelas ya existían antes, pero que se las catalogaba de otra forma. Hace unos años muchos escritores huían de la etiqueta de “género negro” y ahora la buscan.
¿Cuál será lo próximo que leeremos de Claudio Cerdán? ¿Nos da alguna pista?

Una novela muy loca de zombis.

¿Nos recomiendas una novela negra, una histórica y una de terror?

La estrategia del pequinés, de Alexis Ravelo; Meridiano de sangre, de Cormac McCarthy; Extraños eones, de Emilio Bueso.


David Yagüe
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